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martes, 24 de junio de 2014

Autotrasplante (V) Final



Como os comentaba en otra entrada anterior, durante todo este proceso difícil y complicado del autotrasplante, que tiene sus momentos malos, hubo algo que me ayudó mucho y que tenía bastante olvidado, pues las obligaciones de la vida nos van haciendo perder el foco de lo que realmente es importante. Así se lo contaba a mi amiga Amelia:

13/03/12

Estimada Amelia,

El sentido del humor es algo muy poderoso principalmente si aprendemos a reírnos de nosotros mismos y especialmente de nuestras desgracias. Es algo que aprendí de mi padre que siempre andaba con la sonrisa en el alma y arrancando sonrisas a todos los que conocía. Sabes que era mi gran maestro y por eso lo hecho tanto de menos, aunque sé que se sentiría orgulloso de mi.

De todas formas, a tu amigo José María se le había oxidado mucho esta capacidad, aunque ya he comenzado a sacarle brillo. Es una de las cosas en las que “yo ya he ganado” con esta enfermedad. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Un fuerte abrazo,

No perdáis nunca el sentido del humor, os ayudará como no os podéis hacer una idea. Y hablando acerca del foco de las cosas, os comenté al inicio cuando os explicaba porqué abracé el lema “Yo ya he ganado” que su significado para mí fue cambiando con el tiempo y así se lo hice saber a todos:

14/03/12

Estimados amigos/familia:

No os lo vais a creer, pero este mail os lo estoy enviando desde casa. Adjunto foto de mi salida de la planta de hematología.





Ahora y desde fuera, quisiera explicaros el significado de mis  palabras “Yo ya he ganado”, que además del sentido obvio de mi voluntad férrea de vencer esta enfermedad encierra otro significado mucho mas profundo e importante para mí. Desde que comencé esta lucha, he recibido tanto afecto, cariño, amistad y energía desde tanta gente y desde cuatro continentes, que pase lo que pase con mi enfermedad “Yo ya he ganado” y esto os lo debo a todos vosotros. Gracias.

Desde el fondo de mi corazón, un abrazo de oso para todos vosotros.

José María Sánchez

Yo ya he ganado.

Dia 14 diario de mi guerra.
Parece que el cocinero se ha apiadado de mí o se ha enterado que lo quiero mandar con el Chef Ramsay, de cualquier forma la comida me ha sabido a gloria.

Dia 15 diario de mi guerra.
Parte oficial de guerra correspondiente al día de hoy, 14 de febrero de 2012.
En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército enemigo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares.

La guerra continua pero esta batalla ha terminado.
*

PD. Como todas las historias pueden tener desenlaces inesperados y mas de un final. Quiero dejaros con una duda en vuestras mentes y que cada uno elija el final que mas le guste. La pregunta es ¿y no será mentira todo esto y solo pretendía que no supierais donde he estado estas últimas tres semanas porque me daba vergüenza.?







* Espero que nadie se ofenda porque haya parafraseado el comunicado del final de la guerra civil española, para comunicar el final de este episodio de mi guerra particular contra el cáncer.

La vida es agridulce y como tal aquí viene la nota agria. He sabido esta semana que mi antiguo compañero de trabajo y amigo Dimitry Mendes, angoleño y que también tuvo la mala suerte de padecer mieloma, dos años antes que yo, ha fallecido. No sé todavía si del mieloma o por otra causa. La medicina en Angola, no está tan desarrollada como en España y especialmente en el área oncológica. Dimitry a través de unos acuerdos entre países consiguió que lo enviaran a Rumanía para que lo trataran.

Allí le hicieron un autotrasplante como a mí y hace un año y medio nos encontramos de nuevo en Angola y nos contamos nuestra experiencia. No hay nada como alguien que ha sufrido tu misma enfermedad y que ha tenido tus mismas dudas y miedos para comprenderte. Nadie mejor. Sobre todo si tiene tu misma filosofía. Me contaba entre risas que del equipo médico había una persona con cara de funeral y solo una persona con la que podía hablar por cuestiones del idioma. Esta persona le preguntó que si necesitaba algo y el le respondió que sí. Le dijo:

Esta compañera tuya, me mira como si me fuera a morir y yo lo que necesito es que me veáis todos como una persona que voy a vivir.

Al traducir lo que pedía, la carcajada fue general y se granjeó la simpatía de todo el equipo médico que no perdió la sonrisa mientras lo atendieron allí. Yo sé, porque tú me lo dijiste, que tú también ganaste.

Amigo Dimitry, ahora que te reuniste con nuestro común amigo Joao Calado, allá donde estéis los dos, os mando un abrazo. Os llevaré siempre en el corazón, tal y como os recuerdo, como a mi padre, con la sonrisa en el alma.

Y ahora quiero dar la nota dulce. Hay quién pensará que todo son casualidades y que realmente yo he tenido suerte y el cáncer que tengo ha sido mas benigno que el que él pueda tener. Respeto todas las formas de pensar. Cada uno es libre de creer en lo que quiera. Sin embargo a mí me gusta pensar que algo ha tenido que ver mi actitud y mi forma de encarar esta lucha con mi recuperación y mi estado actual.

Cuando me detectaron el mieloma, estaba en fase terminal, me recuperé de forma inesperada y con menos sesiones de las que los médicos preveían. Era un candidato ideal para tener una mucositis avanzada (por mi insuficiencia renal) con llagas en la boca y estas no es que fueran pequeñas, es que ni siquiera aparecieron. Tenía que estar tres semanas en el Hospital por el autotransplante y salí el día 15 y además una cuestión estética, perdí el pelo, si, pero no perdí ni las cejas ni las pestañas.

Por último llevo dos años en remisión total y año y medio sin ningún tipo de tratamiento ¿Suerte? Quizás, pero a mi me encanta pensar que el “pensamiento positivo” tiene mucho que ver con esto.

De cualquier forma, creo que este es el momento de enviar públicamente a todos los equipos médicos que me trataron y me siguen tratando hoy, mi gratitud. Estoy vivo gracias a ellos, no me cabe ninguna duda.

A todo el equipo de hematología del Hospital Universitario de San Juan de Alicante, donde me detectaron la enfermedad y especialmente al Dr. José Luis Sánchez Majano, que ha sido mi hematólogo desde el primer día y lo sigue siendo, a todo el equipo de hematología del Hospital General Universitario de Alicante y especialmente a la Dra. Concepción Rivas González responsable de mi autotransplante, al personal de banco de sangre donde me extrajeron las células madre y a todo el personal de las plantas de hematología de los dos hospitales donde he estado ingresado, a todos vosotros, mi mas profundo y sincero agradecimiento pues con vuestra dedicación y trabajo habéis hecho posible que yo esté hoy aquí escribiendo estas líneas y animando a otros que tienen mi enfermedad a no bajar nunca los brazos. Gracias de corazón.

Y a vosotros que estáis luchando con el mismo enemigo que yo y que ahora conocéis el significado mas profundo al que mudó mi lema, solo puedo deciros que solo podéis pensar:


Yo ya he ganado.

lunes, 16 de junio de 2014

Autotrasplante (IV)

Una etapa algo complicada de mi vida laboral me ha impedido publicar las entradas al ritmo que tenía programado de uno por semana. A aquellos que me seguís agradeceros vuestra paciencia. Ya estábamos casi en la fase final de mi autotransplante y esto era lo que le comunicaba a mi familia.

12/03/12

Estimados amigos/familia:

Hoy tengo dos noticias buenas que daros. La primera que por fin he descubierto que ¡¡¡ soy humano !!!. Ayer comencé a perder pelo. Menos mal, estaba empezando a pensar que era extraterrestre. No lo soy. Por tanto mi pobre madre no engaño a mi padre con un Alien.

La segunda noticia es todavía mejor, ya no hace falta que los médicos me lo digan, noto desde ayer como mi cuerpo a comenzado a recuperarse. La fiebre se ha controlado y la mucositis de la boca ha comenzado a remitir, sin que se hayan llegado a formar llagas. Hoy he tenido la agradable sensación de que el zumo de melocotón, me haya sabido a zumo de melocotón. Que poco valoramos las pequeñas cosas de la vida hasta que no las perdemos, pero que bueno que es recuperarlas. Siempre he pensado que tenemos que pelear por nuestras metas, pero que lo realmente importante es disfrutar del camino, pues las metas a veces nos son esquivas. Hoy todavía soy mas consciente de esa importancia y de lo valioso que es disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Uf, me estoy poniendo plasta.

Para confirmar mis impresiones esta mañana me acaban de levantar el aislamiento y esto significa que los análisis de esta mañana han confirmado lo que yo ya estaba notando. Mis defensas han comenzado a funcionar.

Me han dicho que con un poco de suerte podré pasar en casa el fin de semana que viene. Esperémoslo así.

Sigo sin saber como agradeceros todo el cariño y apoyo que me estáis mostrando.

Un fuerte abrazo,


José María Sánchez
Yo ya he ganado.

Dia 11 diario de mi guerra.
Hoy tocaban transfusiones de sangre. No sé que me ha pasado, pero cuando he visto las bolsas, ha aparecido un brillo intenso en mis ojos y mis colmillos han aumentado su tamaño inusitadamente. Espero que no me pongan muchas mas o van a despertar mis mas bajos instintos vampíricos y lo mismo luego no puedo parar.

Dia 12 diario de mi guerra.
Hoy han sido solo plaquetas (menos mal que no son rojas, por lo de los instintos). Además he comenzado a perder el pelo. Siempre me ha hecho mucha ilusión, poder decir que no tengo un pelo de tonto y ¡¡¡ que sea verdad !!!, nadie me lo va a poder negar.

Día 13 diario de mi guerra.
Todavía no puedo decir que no tengo un pelo de tonto, pero estoy mas cerca, ya veremos. Hoy comienzo de nuevo a comer sólidos, pero seguro, seguro, que el cerdo del cocinero, con la manía que me tiene no me va a traer un solomillo poco hecho, como a mi me gusta. A este lo mandaba yo con el Chef Gordon Ramsay (Cocina en el infierno), para que se enterara de lo que vale un peine.



Me encantan las motos, son una de mis grandes pasiones. Pero hace mas de 25 años que no tengo una. La última que tuve fue una Honda CB750 Bol d’Or, con mi hija mayor recién nacida. Se me rompió el motor y no tuve dinero para repararla, después llegó la segunda niña y durante mucho tiempo las prioridades donde gastar el dinero fueron otras.

Cuando volví a tener capacidad adquisitiva para poder comprar una, mi esposa le había tomado miedo y como no hay una sin dos, la esposa de mi amigo Paco estaba en la misma postura. Y de esta guisa andábamos los dos durante casi tres años intentando convencer a nuestras esposas de lo bien que nos lo pasaríamos si tuviéramos motos y de los viajes que podríamos hacer. Un día y otro día y otro más con la misma cantinela y nada de nada, duras como las piedras.

Al cabo de tres años comenzaban a dar algunas muestras de debilidad, cuando en uno de nuestros viajes al caribe se nos ocurrió alquilar dos quads para hacer una excursión y tuve la mala fortuna de tener un pequeño accidente.

A la porra tres duros años de trabajo y concienciación. No sabéis la de veces que me arrepentí de aquella excursión.

No obstante y como no hay mal que por bien no venga (una vez mas) vino mi cáncer a echarme una mano con este tema.

Mi amiga Paloma (inocente cual su nombre) y pensando que estaba ante un ser desvalido y no ante un auténtico depredador, vino al hospital en los primeros días de estar ingresado y me dice:

José María, he estado pensando, después de lo que te ha pasado a ti, que no es justo que porque a nosotras nos dé miedo, vosotros os podáis quedar con las ganas de tener una moto.

Evidentemente no pude verme la cara, pero me la imagino. Puse la misma cara que hubiera puesto un felino hambriento que de repente se encuentra con una inocente paloma al alcance de su garras, como el depredador que huele la sangre de su víctima indefensa y, evidentemente, hice lo único que el instinto me dejó hacer, clavé mis garras y cerré mi mandíbula sobre la yugular: Paloma, te tomo la palabra.

Paco como hemos dicho muchas veces, tenemos moto por mi cáncer. Es una realidad.

Curiosamente y como os contaré mas adelante, este episodio ha tenido una influencia en mi vida mas importante de lo que podría parecer.

Lo que os cuento, es realmente lo que siento. No me cansaré de repetiros, el cáncer está ahí, no lo podemos evitar. 

Lo que queramos hacer con el resto de nuestras vidas, no depende de él, sino de nuestra decisión interior, por eso y por la fuerza moral que me da habérmelo dicho a mi mismo muchas veces es por lo que no me canso de deciros que repitáis conmigo:
Yo ya he ganado.