Buscar este blog

lunes, 16 de junio de 2014

Autotrasplante (IV)

Una etapa algo complicada de mi vida laboral me ha impedido publicar las entradas al ritmo que tenía programado de uno por semana. A aquellos que me seguís agradeceros vuestra paciencia. Ya estábamos casi en la fase final de mi autotransplante y esto era lo que le comunicaba a mi familia.

12/03/12

Estimados amigos/familia:

Hoy tengo dos noticias buenas que daros. La primera que por fin he descubierto que ¡¡¡ soy humano !!!. Ayer comencé a perder pelo. Menos mal, estaba empezando a pensar que era extraterrestre. No lo soy. Por tanto mi pobre madre no engaño a mi padre con un Alien.

La segunda noticia es todavía mejor, ya no hace falta que los médicos me lo digan, noto desde ayer como mi cuerpo a comenzado a recuperarse. La fiebre se ha controlado y la mucositis de la boca ha comenzado a remitir, sin que se hayan llegado a formar llagas. Hoy he tenido la agradable sensación de que el zumo de melocotón, me haya sabido a zumo de melocotón. Que poco valoramos las pequeñas cosas de la vida hasta que no las perdemos, pero que bueno que es recuperarlas. Siempre he pensado que tenemos que pelear por nuestras metas, pero que lo realmente importante es disfrutar del camino, pues las metas a veces nos son esquivas. Hoy todavía soy mas consciente de esa importancia y de lo valioso que es disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Uf, me estoy poniendo plasta.

Para confirmar mis impresiones esta mañana me acaban de levantar el aislamiento y esto significa que los análisis de esta mañana han confirmado lo que yo ya estaba notando. Mis defensas han comenzado a funcionar.

Me han dicho que con un poco de suerte podré pasar en casa el fin de semana que viene. Esperémoslo así.

Sigo sin saber como agradeceros todo el cariño y apoyo que me estáis mostrando.

Un fuerte abrazo,


José María Sánchez
Yo ya he ganado.

Dia 11 diario de mi guerra.
Hoy tocaban transfusiones de sangre. No sé que me ha pasado, pero cuando he visto las bolsas, ha aparecido un brillo intenso en mis ojos y mis colmillos han aumentado su tamaño inusitadamente. Espero que no me pongan muchas mas o van a despertar mis mas bajos instintos vampíricos y lo mismo luego no puedo parar.

Dia 12 diario de mi guerra.
Hoy han sido solo plaquetas (menos mal que no son rojas, por lo de los instintos). Además he comenzado a perder el pelo. Siempre me ha hecho mucha ilusión, poder decir que no tengo un pelo de tonto y ¡¡¡ que sea verdad !!!, nadie me lo va a poder negar.

Día 13 diario de mi guerra.
Todavía no puedo decir que no tengo un pelo de tonto, pero estoy mas cerca, ya veremos. Hoy comienzo de nuevo a comer sólidos, pero seguro, seguro, que el cerdo del cocinero, con la manía que me tiene no me va a traer un solomillo poco hecho, como a mi me gusta. A este lo mandaba yo con el Chef Gordon Ramsay (Cocina en el infierno), para que se enterara de lo que vale un peine.



Me encantan las motos, son una de mis grandes pasiones. Pero hace mas de 25 años que no tengo una. La última que tuve fue una Honda CB750 Bol d’Or, con mi hija mayor recién nacida. Se me rompió el motor y no tuve dinero para repararla, después llegó la segunda niña y durante mucho tiempo las prioridades donde gastar el dinero fueron otras.

Cuando volví a tener capacidad adquisitiva para poder comprar una, mi esposa le había tomado miedo y como no hay una sin dos, la esposa de mi amigo Paco estaba en la misma postura. Y de esta guisa andábamos los dos durante casi tres años intentando convencer a nuestras esposas de lo bien que nos lo pasaríamos si tuviéramos motos y de los viajes que podríamos hacer. Un día y otro día y otro más con la misma cantinela y nada de nada, duras como las piedras.

Al cabo de tres años comenzaban a dar algunas muestras de debilidad, cuando en uno de nuestros viajes al caribe se nos ocurrió alquilar dos quads para hacer una excursión y tuve la mala fortuna de tener un pequeño accidente.

A la porra tres duros años de trabajo y concienciación. No sabéis la de veces que me arrepentí de aquella excursión.

No obstante y como no hay mal que por bien no venga (una vez mas) vino mi cáncer a echarme una mano con este tema.

Mi amiga Paloma (inocente cual su nombre) y pensando que estaba ante un ser desvalido y no ante un auténtico depredador, vino al hospital en los primeros días de estar ingresado y me dice:

José María, he estado pensando, después de lo que te ha pasado a ti, que no es justo que porque a nosotras nos dé miedo, vosotros os podáis quedar con las ganas de tener una moto.

Evidentemente no pude verme la cara, pero me la imagino. Puse la misma cara que hubiera puesto un felino hambriento que de repente se encuentra con una inocente paloma al alcance de su garras, como el depredador que huele la sangre de su víctima indefensa y, evidentemente, hice lo único que el instinto me dejó hacer, clavé mis garras y cerré mi mandíbula sobre la yugular: Paloma, te tomo la palabra.

Paco como hemos dicho muchas veces, tenemos moto por mi cáncer. Es una realidad.

Curiosamente y como os contaré mas adelante, este episodio ha tenido una influencia en mi vida mas importante de lo que podría parecer.

Lo que os cuento, es realmente lo que siento. No me cansaré de repetiros, el cáncer está ahí, no lo podemos evitar. 

Lo que queramos hacer con el resto de nuestras vidas, no depende de él, sino de nuestra decisión interior, por eso y por la fuerza moral que me da habérmelo dicho a mi mismo muchas veces es por lo que no me canso de deciros que repitáis conmigo:
Yo ya he ganado.