Os estaba contando en mi anterior entrada lo que los análisis que
me hice descubrieron, ya os hable de mi intoxicación por metales pesados.
El segundo punto que encontramos fue que di negativo en la
presencia del virus Epstein Barr y Citomegalovirus, pero si positivo en la
presencia de anticuerpos de ambos. En el caso de Epstein Barr con unos valores
elevadísimos. Esto significa que en estos momentos no tenía infección por estos
virus, pero la había tenido.
Al virus Epstein Barr se le relaciona con algunos tipos de cáncer
y al citomegalovirus no como generador de cáncer pero sí como acelerador de
algún tipo concreto.
El tercer análisis que estaba fuera de los parámetros era el
análisis de Vitamina D o 25 hidroxicolecalciferol. Según el Dr. X, de todos los
pacientes con cáncer que ha tratado en su consulta, todos, sin excepción han
mostrado niveles de vitamina D muy por debajo de lo normal. Yo no iba a ser una
excepción. Mis niveles estaban dentro de la banda mas baja, dentro de la banda
de la insuficiencia.
Parece ser que el mecanismo en el que se interrelaciona la vitamina D y el cáncer
es algo mas complicado, el cuerpo
humano se regenera y cada cierto tiempo nuestro organismo es un organismo
nuevo. Nuestro sistema de regeneración incluye un sistema de calidad. Una
lectura del ADN de las células que está creando, para comprobar que el ADN se
corresponde con el nuestro. Si esta nueva célula tiene alguna mutación en el
ADN, la destruye y vuelve a comenzar el proceso de regeneración.
Evidentemente en las personas con cáncer, este sistema de calidad falla estrepitosamente. Uno de los elementos que intervienen en este control de calidad es el calcio y la vitamina D desarrolla un papel muy importante en el control del Calcio en la sangre.
Evidentemente en las personas con cáncer, este sistema de calidad falla estrepitosamente. Uno de los elementos que intervienen en este control de calidad es el calcio y la vitamina D desarrolla un papel muy importante en el control del Calcio en la sangre.
Como efecto secundario del mieloma y de la
intoxicación de metales pesados me ha quedado una insuficiencia renal (niveles
de creatinina oscilando entre 1,9 y 2,4).
También, y esto no tiene nada que ver con mi
cáncer tengo un fallo en la cadena de asimilación de la glucosa que al no poder
asimilarla correctamente la transformo en triglicéridos y da cómo resultado un
hígado graso. Además de niveles elevados de colesterol, que también tenía.
Y este fue el tratamiento a base de productos
naturales que he seguido y en algunos casos todavía sigo para todos estos
descubrimientos.
En primer lugar seguir a rajatabla los
tratamientos indicados por los médicos del hospital evidentemente con la quimioterapia
y como único medicamento Seguril para la insuficiencia renal.
La medicina natural nunca trata de sustituir a la medicina tradicional, sino de complementar sus lagunas, tratar de eliminar las causas que provocaron que el organismo adquiriera la enfermedad, que normalmente es bien tratada por la medicina tradicional, pero que no se para a buscar y subsanar los orígenes.
La medicina natural nunca trata de sustituir a la medicina tradicional, sino de complementar sus lagunas, tratar de eliminar las causas que provocaron que el organismo adquiriera la enfermedad, que normalmente es bien tratada por la medicina tradicional, pero que no se para a buscar y subsanar los orígenes.
Para el tratamiento de los metales pesados hay que
poner en marcha lo que se llama proceso de quelación. Es un proceso delicado
que hay que realizar bajo supervisión médica, pues están documentados casos de
muerte en este proceso. Si se liberan demasiado deprisa los depósitos de
mercurio que tenemos acumulados durante años en el cuerpo, se corre el riesgo
de liberarlos de repente en el sistema circulatorio y que el paciente se
intoxique.
En mi caso necesité algo mas de dos años tomando
una pastilla de glutatión y otra de selenio en el desayuno, así como dos
píldoras de ajo en las comidas para que los niveles de mercurio en sangre
bajaran por debajo de los límites mínimos.
En cuanto a la lucha con los virus estuve tomando 1 pastilla de
equinácea durante bastantes meses para potenciar el sistema inmunológico.
La deficiencia de vitamina D, la combatí tomando vitamina D3
líquida, primero 15 gotas diarias de 1.000 UI por gota, después cuando los
niveles mejoraron 10 y luego 5 diarias (con seguimiento de análitica cada dos
meses). Tengo que resaltar que este es otro proceso que hay que realizar con
control y tranquilidad pues niveles altos de vitamina D en sangre pueden ser
tóxicos.
El fallo renal lo he estado y lo sigo tratando con 3 pastillas
diarias de Abedul, Diente de león y Herniaria, además del Seguril. Para los que
tienen alguna duda acerca de la efectividad de estas plantas, debo decir que en
algunos momentos que dejé de tomar estas pastillas pero seguí tomando el Seguril,
los análisis de creatinina se fueron inmediatamente a la banda del 2,4 mientras
que bajaron a la banda del 1,9 en cuanto lo retomé. Tened en cuenta que me
hacen este análisis cada semana antes de la quimioterapia, para ver si mis
riñones siguen aguantando, pues al fin y al cabo, la quimioterapia se elimina a
través de ellos.
Para el colesterol y los triglicéridos, además de controlar la
alimentación, una pastilla de krill tres veces al día y otra de lecitina de
soja. El colesterol lo tengo regulado, los triglicéridos todavía no, pues una
de las cosas que me ponen con la quimioterapia (dexametasona, corticoides) me
genera una hiperglucemia, que no tengo mas remedio que tratarme con una pauta
de insulina, con el resultado de que azúcar alta, en mi caso son triglicéridos
altos.
La semana que viene os hablaré de la alimentación. Parte
importante de mi tratamiento.
Ahora es el momento de compartir con vosotros momentos felices
que he conseguido vivir, gracias a no haber tirado la toalla nunca.
En esta fase son tantos que creo que voy a dejar que las
fotografía hablen por mi.
De nuevo la posibilidad de viajar a Angola, aquí me tenéis en el
“Miradouro da Lua"
Reunirme de nuevo con mi familia angoleña y disfrutar de su compañía
los fines de semana en la Ilha de Mussulo
Alguna nueva visita al Caribe, Punta Cana, a cargar baterías.
De nuevo Angola con lo mejor del país, su gente.
Una escapada a una casa rural cerca de
Cuenca con la familia, hijas, hijos, sobrinos, novios, incluida una visita a la
Ciudad Encantada y frío, mucho frío.
Y en Navidad, el mejor regalo que le
pueden hacer a cualquier persona.
Como podréis imaginar, me fué imposible leer esto en voz alta sin llorar a lágrima viva. Papá, mamá se que estaríais orgullosos de que lo que me habéis enseñado haya pasado a la siguiente generación. Estáis mas vivos que nunca. Siempre os llevaremos en el corazón.
No es un mal bagaje para quién entró en
el Hospital en fase terminal hace ya algo mas de seis años y aún me faltan muchos momentos felices que
contaros, otros no tanto, pero así es la vida. Como os he dicho y os seguiré
diciendo hasta que seáis capaces de interiorizarlo y creer en ello, la vida no
se acaba con el cáncer.
Repetid conmigo todas las veces que haga
falta:
Nosotros ya hemos
ganado.